Una de vicios, por favor.

Vicios, tan crueles son, el fumar, el beber, el amar, incluso
el escribir, son adicciones muy fuertes, incluso a veces no somos capaces de
desprendernos de ellas.
Pensar es mi vicio, mi perdición, mi locura, hacer volar a mi imaginación
y despegar a mis palabras, dejar que las frases naveguen por mi cabeza, que
dulce placer el mio, aunque que perjudicial es este a la vez.
El pensamiento me lleva a cualquier sitio, es placentero cuando pienso en cosas
que son de mi agrado, pero que cruel es cuando me hace recordar odiosos momentos
en los que hoy no me reconocería.
Hace días, escuché una frase que está haciendo que este vicioso placer, se controle,
aquí la tenéis, "La felicidad puede hallarse hasta en los más oscuros momentos si
somos capaces de usar bien la luz. "

Conciencia y razón.

Realmente es involuntario y asqueroso lo
que estas haciendo conmigo, anulas mis defensas, desarmándome
totalmente hasta llegar a un punto en el que no sé si eres la perfección
hecha real o la maravillosa musa de mi utopía.
¿Qué suceso invade mi mente por completo?
Imaginar aquello que se nos escapaba de entre las manos como
arenas movedizas. Soñar despierta sin imaginar
el antes si no el ahora.
Y es que tan solo son palabras sin sentido ni coerencia clara.
Soltar la mano de quién lo dice. Alternativamente candescente.
Amor, qué tan rudo es ese sentimiento sin control.

Venga chico dale caña, pulsa el play, todo comienza ahora.
Es el momento de renacer, de decir adiós a todo aquello que pasó,
todos los malos recuerdos que hubieron una vez, han desaparecido,
se han perdido en el olvido, vagan por el vacio, y lo mejor de todo,
ni saben, ni pueden volver...
Ahora, andas más firme que nunca, no siguiendo el camino, si no, creando
el tuyo propio, explorando lugares que poca gente se atreve a ver, pasando
limites y fronteras, disfrutando plenamente de todo lo que te rodea, desde
el ser humano más querido, hasta una misera y colorida flor.
viviendo nuevas experiencias, sintiendo las cosas como nunca antes
las habias sentido, sentirte realmente vivo, notar como cada nota musical,
cada pentagrama o cada melodía entra por tu oido, pasa por tu cabeza, llega
a tu corazón y a cada extremidad de tu cuerpo, notar como cada olor, te
lleva a algún recuerdo, notar como cada textura te hace experimentar una
sensación distinta, notar, que ya nunca más vas a estar solo, notar
que todo a cambiado, que las cosas van a mejor...

Quizás haya verdad en esta ilusion.

Desde el momento en que llegamos a esta vida, el tiempo nos gobierna, lo medimos, lo señalamos, pero no podemos vencerlo, ni siquiera hacerle ir más aprisa, ni más despacio... o ¿si podemos? ¿No hemos experimentado todos la sensación de que los momentos preciosos pasan demasiado aprisa, y deseado que duraran más, o se ha parado el tiempo en un día gris y hemos deseado que corriera más?